EL MUNDO, MARTES 31 DE ENERO DE 2006
Ocio
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La danza española mira a Oriente
Teatro. El bailarín y coreógrafo Antonio Najarro preestrena en el Teatro Francisco Rabal de Pinto su montaje
Flamenco Oriental‘, en el que fusiona el baile andaluz con las danzas tradicionales orientales
PEDRO VILLOLORA
Pocas artes como la danza demuestran con tanta claridad que el éxito profesional exige la necesaria combinación del talento natural con la adquisición y perfeccionamiento de técnicas mediante la aplicación y el estudio. De nada le valen al bailarín sus dones innatos si después no se preocupa por ejercitarlos y acrecentarlos dia a día. Por eso no sorprende ver cómo el currículo de los más prestigiosos es pródigo en titulaciones y maestros.Y Antonio Najarro no es una excepción. Este intérprete y coreógrafo culminó sus estudios de Danza Española en el Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid con Matricula de Honor, iniciando así una carrera profesional que lo llevó a ser primer bailarín del Ballet Nacional de España antes de formar su propia compañía, con la que lleva cuatro años recorriendo el mundo y trabajando en el extranjero mucho más que en su país. De ahí que la actuación que brinda en Pinto sea una ocasión inmejorable para admirar por primera vez o redescubrir el saber hacer de un artista considerado entre los mejores de su generación. Flamenco Oriental, que presenta con honores de preestreno, es una fusión cuya idea nació.

También en el vestuario se percibe esa idea de fusión que preside el conjunto del montaje

«porque con nuestro anterior espectáculo, Tango Flamenco, hemos visitado bastantes países de OrienteMedio, y también por los propios orígenes del flamenco, que como todos sabemos viene de Arabia y de la influencia de Marruecos que ha dejado un importante legado cultural y musical. Es una fusión bastante obvia y relativamente fácil de hacer por ese poso que ha dejado en España».
Y añade: «La música ha sido creada por Iván Palmero y Daniel Yagüe, que es también el director musical. En ella hay referencias a composiciones tradicionales folclóricas de Oriente. Es como en el flamenco, que una composición flamenca, aunque sea original, siempre está basada en palos tradicionales, como puedan ser la soleá, la seguiriya, las bulerías… Lo mismo pasa con la música oriental. Lo que sí he querido es que en el espectáculo se abarcase el mayor número posible de tradiciones orientales. No me he querido centrar en un punto concreto, sino darle la máxima amplitud posible de todos los países de Oriente Medio».
Antonio Najarro se declara un amante del riesgo artístico: «Es verdad que la danza clásico-española está más alejada de las danzas orientales que el flamenco, pero a mí me gusta arriesgar y ya lo hice cuando creé Tango flamenco. He visto mucha danza oriental y con mi propio vocabulario he querido fusionarlo. En Tango Flamenco la fusión la hacía la danza, porque las composiciones de la primera parte eran flamencas y las de la segunda eran tangos argentinos. Sin embargo, todo en Flamenco Oriental es pura fusión, tanto musical como dancística. En lo musical hay partes en las que predomina el flamenco, pero con una base oriental muy fuerte, y otras que son totalmente orientales tanto a nivel de percuSión como de cuerdas. Igual pasa con la danza: he querido interpretar números más flamencos y luego incluir instrumentos como los karakebs, que tocamos todos los bailarines al principio del espectáculo y que es un instrumento tradicional marroquí que se usa únicamente de forma estática pero que yo lo he llevado al movimiento. Utilizamos tatuajes, he querido hacer referencias al ritual derviche con faldas… Me he empapado mucho
de lo que es la tradición, la religión, la cultura oriental…» También en el vestuario se percibe esa idea de fusión que presi-
de el conjunto: «El diseño de vestuario es mío y de José Arroyo. He querido darle -más complejidad que en Tango Flamenco. Es
bastante vanguardista, con diseños muy orientales aunque también saco batas de cola. Es un espectáculo en el que he querido
arriesgar más, por eso su creación ha sido más dura que la de Tango Flamenco».
Aunque es un trabajo de nueva creación, se incluye un número creado por Najarro hace años:
«Nereidas, con música de Javier Paxariño, pertenece al repertorio del Ballet Nacional de España. Su director, José Antonio Ruiz, me ha dejado interpretarla con mi compañía. La repongo por el cariño que le tengo y por el éxito que ha tenido tanto en el BNE como en el Certamen Coreógrafico de Madrid, donde ganó el primer premio». Precisamente José Antonio Ruiz está preparando para Antonio Najarro un solo que próximamente se incluirá en Flamenco Oriental:
«En Pinto hacemos el preestreno, pero en junio vamos a volver a Madrid, donde haremos el estreno. Mientras seguimos con Tango Flamenco por los Emiratos Árabes, Francia, Estados Unidos…
En Madrid seguramente haremos una doble programación con Tango Flamenco y Flamenco Oriental, y para entonces ya estará la coreografia de José Antonio en el espectáculo».
Si bien Flamenco Oriental puede considerarse un espectáculo grande por duración y ambiciones, no es la única tarea creativa a la que Antonio Najarro se ha dedicado en los últimos meses. Además se ha encargado de coreografiar Free Dance, un trabajo sobre música de Fernando Egozcue y Astor Piazzolla que no se desarrolla sobre escenarios convencionales sino en pistas de hielo, ya que ha sido pensado expresamente para la pareja de patinadores estadounidenses Loren Galler-Rabinowitz y David Mitchell.
Siendo francamente sorprendente que un bailarín y coreógrafo de danza clásico-española se dedique al patinaje, lo cierto es que no ha sido la primera vez que Antonio Najarro se ha aventurado en el medio. Ya en 2002 creó, junto al bailarín francés Pascal Gaona, la coreografía Danse Création, que sirvió a la pareja Marina Anissina y Gwendal Peizerat para ganar el Campeonato de Europa y
la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City,
Entre los méritos conseguidos por este pujante coreógrafo vale la pena destacar las 15 actuaciones consecutivas en el pasado Festival de Jazz de Montreal, con una asistencia de más de 10.000 espectadores que hicieron de Tango Flamenco el espectáculo con más público de todo el festival.
Otras de sus creaciones son Suspiros del moro y Movimientos reversos, ambas con música de Paxariño, Contigo en soledad, con música de la Pengüin Café Orchestra, y Laberinto, capilla y plaza, ballet con música de Chieftain creado para la compañía Ibérica de Danza,
se estrena el I de Febrero, a las 21.00 horas. Teatro Francisco Rabal @Alpujarra s/n). Pinto.