Tango flamenco
RIGOR E INTENSIDAD
STÉPHANIE BRODY
Colaboración especial
Ellos son jóvenes, espléndidos, con un gran rigor e intensidad en todo momento.
En directo desde Madrid, TALENT DANZA está de regreso en Montreal con TANGO FLAMENCO, un magnífico espectáculo compuesto por 12 números, donde el flamenco y la danza clásico – española llegan a congeniar con el tango de manera muy convincente.
Todo el espectáculo está acompañado de una música en directo tan rica que es digna de la banda sonora de una película.
Es joven coreógrafo Antonio Najarro, que fundó la Compañía TALENT DANZA con su colega Pascal Gaona, impregna TANGO FLAMENCO de líneas precisas y elegantes.
Solos y dúos lentos e intensos son hábilmente entrelazados con juegos de conjunto más dinámicos, a veces muy geométricos y otras muy redondos.
Aquellos que hayan podido asistir a ver la Compañía de Maria Pagés en Montreal, seguro que adorará la Compañía TALENT DANZA. Esta vez, la escenografía de Antonio Najarro es mucho más sobria y menos teatral que la de Pagés.
El joven bailarín cuida mucho que nada falle en la gestualidad de sus bailarines, un lenguaje coreográfico estudiado, refinado, hasta la punta de los dedos y que se sale del escenario.
También, el espectador tiene la suerte de apreciar la intrigante sinuosidad de un brazo, de un hombro o los cambrés de espalda.
En la primera parte del espectáculo, llamada “ALMA FLAMENCA” los bailarines son acompañados de un excelente grupo de flamenco, Jarcamora.
Un solo lento y dramático bailado por el mismo Antonio Najarro abre el baile. Najarro se desliza, gira y posa, con fuerza y seguridad. El fuerte ritmo de este extraño solo nos ofrece algo muy contemporáneo.
Seguidamente una danza de abanicos con un toque de surrealismo, una danza de mantón que pone los pelos de punta, y, para terminar un increíble número, cantado por una intima y escalofriante Sonia Cortés, acompañada por Daniel Yagüe a la guitarra. ¡Escalofríos garantizados!
En la segunda parte, ¡comienza el tango!
Lo que es magnífico aquí es que los bailarines de la Compañía no abandonan su lenguaje coreográfico español.
Únicamente cambia la música de repente, con los músicos de Ensamble Nuevo tango.
La fusión que se crea es realmente remarcable.
Diremos que la intensidad en el escenario crece en un momento. Los ataques son más rápidos, las caderas se contonean y las piernas osan hacer por momentos espléndidos developés.
El sólo de una bailarina que juega de manera muy imaginativa con una inmensa cola deja paso a cortos dúos entre hombres, pigmentados con juegos de piernas entrelazados sensuales, que nos hacen fundir un poco el carácter frío del hombre de Québec.
¡Ah, sí!, y el número final de castañuelas, bailado al unísono por los12 bailarines de la compañía, ¡es para caerse al suelo!